El aumento de ventas en el sector del coche eléctrico nos lleva a hacernos muchas preguntas. Como, por ejemplo, ¿Reparar un coche eléctrico es más barato o más caro? ¿Tendré que visitar más el taller o menos? ¿Están los talleres adaptados al cambio? ¿Cómo debe ser un taller de coches eléctricos? ¿Están los mecánicos formados para atender esta demanda?
Para empezar, se debe tener claro que el coche eléctrico y el tradicional tienen elementos mecánicos comunes, como son los amortiguadores, las pastillas de freno, la dirección o los neumáticos. Esto no cambia. Lo que sí cambia es el motor. El de combustión lleva aceite, bujías, cilindros, pistones, culatas, cárteres y otros elementos necesarios como el embrague, las correas, los filtros o las cajas de cambio. Piezas sometidas a movimiento, vibraciones y roces que requieren mantenimiento periódico. Por lo que podríamos acudir a cualquier taller de mecánica rápida en Madrid.
Los vehículos eléctricos tienen cuatro elementos básicos, que casi no necesitan mantenimiento, la batería, el inversor, el rectificador y el regulador.
¿Están los talleres preparados para reparar los coches eléctricos?
Teniendo en cuenta que los componentes del sistema de propulsión eléctrica, por su novedad, actualmente requieren pocas intervenciones, los talleres están preparados para dar servicio al resto de elementos del vehículo que al final no difieren de los de combustión interna.
De cara al futuro hay una nueva oferta de servicios de reparación sobre los componentes eléctricos donde los talleres necesitarán acceder a la información técnica del fabricante y formarse específicamente en el funcionamiento de estos elementos.
¿Cómo se adaptarán los talleres el futuro eléctrico?
Básicamente la adaptación dependerá de la formación en la seguridad de cara a la manipulación de estos vehículos y la identificación de sus componentes para evitar riesgos. La UE obliga a los fabricantes a que pongan a disposición de todos los talleres independientes toda la información técnica de los vehículos para garantizar el derecho a la libre elección del consumidor a escoger su mecánico.
En definitiva, los talleres deben adaptarse a la electrificación del sector automovilístico, por lo que deben empezar con la instalación de diferentes puntos de carga distribuidos por el taller, básico para poder trabajar con ellos. Deben tener diferentes espacios que proporcionen todas las herramientas específicas que se necesitan para estos vehículos y deben tener mecánicos bien formados para llevar a cabo todas estas tareas.
¿Es verdad que el coche eléctrico tiene que pasar menos para el taller?
Todo dependerá de los kilómetros recorridos. Es conveniente, y así lo establecen la mayoría de los fabricantes, hacer una revisión anual. También es cierto que, en el caso de los coches eléctricos puros, pueden disminuir su paso por el taller, pero siempre tendrá que ser el necesario mantenimiento preventivo que ayudará a alargar la vida útil de sus componentes. Todos los vehículos deberían ser revisados una vez al año.
Hay que ser consciente de la necesidad de hacer estos mantenimientos por una cuestión de seguridad para nosotros mismos y para los demás usuarios de la vía pública y no verlo como un gasto innecesario.
¿Cuánto cuesta una reparación del coche eléctrico?
La paradoja es que los coches eléctricos tienen más tecnología (comparados con los coches de combustión) pero a la vez son más simples.
El eléctrico tiene un 60% menos de componentes que cualquier otro coche de combustión, su motor es más pequeño y ligero, y su mantenimiento, por lo tanto, es más sencillo.
Los talleres diagnostican, evalúan y reparan.
El foco está en los neumáticos, el filtro de partículas y los frenos que son los repuestos más recurrentes en todos los vehículos. Para el caso específico de las baterías, dependerá del fabricante o del tipo de contrato que se especifique con la marca. En el caso de Renault, ofrece un renting sobre sus baterías, lo que abarata el coste inicial del vehículo. Sin embargo, tienen muy poco mantenimiento anual más allá de intentar alargar su vida útil haciendo bien los ciclos de carga y descarga en función de su autonomía.
Los neumáticos deberán cambiar en función del desgaste provocado por los kilómetros y los ajustes de la presión. Se debe revisar al menos una vez cada dos semanas. El filtro de partículas o antipolen se debe cambiar una vez al año. Los frenos se gastan mucho menos, ya que los coches eléctricos disponen de la frenada regenerativa que actúa como freno motor, por lo tanto, el cambio de pastillas se alargará en el tiempo. El líquido de frenos a los 50.000 kilómetros.
¿Las averías más frecuentes?
Aparte del desgaste, que ya hemos comentado, las averías más frecuentes que deben reparar los talleres se centran en errores humanos. Basados en la novedad de los enchufes y cables eléctricos. Cuando el comercial te explique el funcionamiento, no te dediques a jugar con la pantalla permanece atento a este punto.
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