Cuidar el embrague del coche

¿Cuidar el embrague del coche? Pequeños y útiles consejos

Cuidar el embrague del coche es una de las opciones que nos permitirán aumentar la vida de nuestro vehículo. Pero, ¿sabemos realmente cómo hacerlo? Gracias a nuestra experiencia, nos gustaría aprovechar para ayudarte y darte una serie de consejos que te permitan conseguirlo. ¿Preparados? ¡Comenzamos!

Lo primero que tienes que saber es que el embrague es una de las partes más importantes de un automóvil manual. Cuidarlo nos permitirá ahorrarnos costosas reparaciones que pueden llegar a los 1.000 euros. Para evitar esta situación, lo mejor siempre será evitar comportamientos inadecuados al volante y adquirir rutinas que seas beneficiosas.

  1. Un buen uso del motor repercutirá en el embrague

Si queremos que nuestro vehículo se encuentre en las mejores condiciones y cuidar el embrague del coche, será necesario cuidar su ‘corazón’, el motor. Así, debemos hacer que su temperatura no sea elevada. Para conseguirlo, nada mejor que apostar por líquidos refrigerantes y lubricantes de calidad. De esta manera, evitaremos sobreesfuerzo y desgaste en el embrague.

  1. Acelera con suavidad

Una rutina que tenemos que implantar en nuestra circulación es la de acelerar siempre con suavidad, evitando que el embrague no patine. Para conseguirlo, suelta el pedal de manera progresiva evitando que el motor alcance revoluciones altas. Además, una vez que arranquemos el motor, deberemos esperar unos segundos para iniciar la marcha.

  1. Cuidado con tu pie izquierdo

Un mal hábito que comparten un buen número de conductores es el de apoyar el pie izquierdo en el pedal del embrague en vez de colocarlo en el reposapiés. Esto podría provocar que el embrague patine de forma continua y que se queme en pocos kilómetros.

Además, tienes que ser consciente que cada vez que cambies de marcha, deberás pisar a fondo siempre el pedal. En caso contrario, te arriesgarás a una fricción excesiva, lo que podría derivar en que el acople de las marchas no sea todo lo fluido que se desea.

  1. Usa el punto muerto

Cuando te encuentres parado en un semáforo o en un atasco, sitúa el coche en punto muerto mientras esperas a que se reanude la circulación. Evitarás sobreesfuerzos innecesarios al embrague.

  1. Las manos en el volante

Un mal hábito que tienen muchísimos conductores es el de conducir con una mano en la palanca de cambios. Puede parecer algo menor, pero ejercerá una presión extra perjudicial para el embrague que puede derivar en que algún componente se dañe con el paso del tiempo.

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