Empresas catalanas fabricantes de cableado para el sector de automoción dan un paso firme en la estrategia del crecimiento global. Entre este año y el próximo, habrá invertido 6,5 millones en ampliaciones de producción en las fábricas de Caldes, China, Marruecos y México y en potenciar la actividad en el sureste asiático.
En esta zona, las compañías prevén poner en funcionamiento a primeros de año oficinas técnicas y comerciales en Tokio (Japón) y sólo unos meses más tarde tienen planteado abrir una planta de producción en el norte de Vietnam. Estos dos últimos proyectos están vinculados al reciente acuerdo con uno de los principales operadores del sector de automoción japoneses, el grupo Yazaki, que ha abierto las puertas a convertirse en proveedores del principal fabricante de automóviles del mundo (el también japonés Toyota).
Yazaki abrió un concurso con los principales fabricantes globales de cableado para seleccionar proveedores, y la industria catalana será uno de los principales suministradores en futuros proyectos del fabricante japonés.
Se prevé que gran parte del nuevo suministro se pueda hacer desde las nuevas fábricas de Vietnam. En ese país ya tienen localizada la zona donde se implantarán (al norte de la capital Hanoi) y en los próximos meses se definirá exactamente en cuál de los cuatro parques industriales del área abrirán una fábrica que, en la primera fase, dará trabajo a una veintena de trabajadores. En función de cómo se desarrolle la nueva línea de negocio, la planta de Vietnam se ampliaría y se estudiaría la conversión en una pequeña planta de producción la oficina de Japón.
Este es uno de los proyectos que las compañías afrontan para dar salida al previsible incremento de producción a raíz de la apertura de nuevos mercados. Pero la expansión de las firmas catalanas comportará inversiones en casi todas las fábricas. Los importantes crecimientos de actividad registrados en México, por ejemplo, supondrán inversiones de 1,9 millones de euros entre las que ya se han hecho este año y las presupuestadas para 2019. Con más modestia inversora, las empresas también han presupuestado un ligero crecimiento en la fábrica de Tánger, en Marruecos (260.000 euros en dos años). Sumadas a las inversiones previstas en Caldes (2,7 millones) y en el arranque de la actividad en el sudeste asiático (650.000 euros para la creación de la filial en Vietnam y 300.000 en la oficina técnica de Japón), el cuadro inversor es amplio.
UNA DÉCADA EN CHINA
La industria catalana de cableado para automoción, también proyecta incrementar la producción en China, con un plan de 700.000 euros entre 2020 y 2021. Esta filial llega a diez años de actividad y, dada la buena presencia de fabricantes en ese país, funciona a un rendimiento que no aconseja la ampliación. La fábrica ganará 3.000 metros cuadrados de superficie (un 50% más que el actual).
La actividad internacional de la industria catalana, que se completa con una fábrica en Gales que fue la primera implantación en el extranjero, en 1992, está dinamizando con fuerza las venta. La facturación agregada (la suma de la sede central y las filiales) prevista para este año es de 37 millones de euros, un 17% más que el año pasado. Para el próximo año, se prevé un crecimiento del 23% para llegar a 46 millones, sin contar la nueva actividad proveniente de Japón y el Vientam.